Reflexiones

REFLEXIÒN GENERAL  (Mòdulo 2, clase 2, Elaboraciòn de un E-Portafolio)

Sobre el hacer docente...

El ejercicio docente es sin duda, un ejercicio que se va mejorando a través de la práctica, a través del hacer cotidiano tanto en el aula como en los demás tiempos que la mayoría de las personas no observan pero que es el tiempo que el maestro dedica a planear sus clases, a documentarse y a actualizarse, a evaluar, preparar material didáctico, a registrar los procesos de sus alumnos. Es decir, la labor del docente no termina al despedir a sus estudiantes y cerrar el salón de clases. La tarea del maestro, siempre continúa...

Como toda profesión, requiere de años de estudio formal en donde los marcos teóricos van forjando el perfil docente, ese perfil que consta de conocimientos, habilidades, actitudes y valores y que forman los pilares bases de nuestro desempeño. Sin embargo, hay aspectos, muchos, que no se aprenden al estudiar esta hermosa carrera; aspectos como la toma de decisiones, la adecuación oportuna de las clases o proyectos al ver el interés de los alumnos y las demás actividades que le corresponden al docente como parte de un colectivo escolar, dentro de la escuela pero fuera de su aula.

Y son precisamente esos aspectos que no se "aprenden" en un salón de clases, los que nos van moldeando nuestro propio estilo docente, nuestra tan personal y característica forma de enseñar a nuestros alumnos a aprender. Sin embargo, a pesar de nuestros estilos diferentes, hay cosas que como docentes nos atañen a todos y que es imposible dejarlas de lado, por ejemplo, tales como: 

-Tomar en cuenta los intereses de nuestros alumnos así como detectar sus estilos de aprendizaje.

-Llevar una planeación que nos permita organizar nuestras clases.

-Tener siempre en cuenta el proceso de evaluación que ha de seguirse para medir los avances de nuestros alumnos y registrar éstos.

-Mantener una comunicación constante con los demás compañeros docentes para el intercambio de experiencias y enriquecimiento de nuestra propia práctica, así como la comunicación con padres de familia.

-Estar en constante y permanente actualización docente pues nuestra labor es cambiante dadas las demandas de la sociedad actual.

-Entre otros...

Haciendo alusión a penúltimo punto que refiero, sobre la actualización y preparación docente, ésta, se va dando en función de las demandas sociales hacia la educación escolar, por ejemplo, nos encontramos inmersos en la era de la comunicación y la tecnología. Los avances tecnológicos que forman parte ya del estilo de vida de las personas, nos pone la tarea de actualizarnos en este aspecto.

La gran mayoría de los estudiantes de una población urbana, de nivel medio incluso medio-bajo, tienen acceso a una computadora, a internet, al uso de los video juegos, uso de celulares; por mencionar artefactos básicos para ellos. Es ya común encontrar en nuestras escuelas alumnos que charlan sobre todo lo que observan y manipulan es estos medios. 

Por lo anterior, creo que la tarea del docente en estas circunstancias, es llevar a los alumnos ese acercamiento tecnológico a un fin más formal. Es decir, que los alumnos reflexionen acerca del uso de los medios y la tecnología no para una mera función lúdica o social, sino también como herramienta de aprendizaje, de búsqueda y selección de información pertinente que les permita seguir aprendiendo y ampliar sus conocimientos.

Así mismo, el docente puede hacer uso de las tecnologías como ejemplo de aprendizaje en sus clases, el uso de la computadora y el cañón, el acceso a internet y la búsqueda de información como parte de sus clases con propósitos y fines claros.

Además y por ejemplo, a nosotros como docentes, nos puede ser muy útil y funcional el uso de los portafolios electrónicos para llevar un registro sistemático y oportuno ya sea de los avances de cada estudiante o de nuestras experiencias en el ejercicio profesional, mismas que nos ayudan a reflexionar y mejorar nuestro desempeño.

El uso de estos portafolios nos permiten no sólo contar con la evidencia física y tangible de las producciones que surgen como resultado del proceso enseñanza aprendizaje, sino que nos permite además (y es la parte más importante) ir registrando la reflexiones acerca del proceso de los alumnos, mismas que, al momento de evaluar, nos permitirán emitir juicios más objetivos sobre el desempeño académico. 

En fin, el mejoramiento docente no es algo acabado, sino permanente y en constante movimiento, pues trabajamos para la sociedad y con personas, con seres humanos con necesidades distintas según la época y los contextos y entornos que le rodean. 

Así pues, abordemos nuestra labor como lo que es, una bella tarea en la formación, no sólo de ciudadanos sino de individuos íntegros en conocimientos, habilidades, valores y actitudes que le permitan tomar las mejores decisiones de vida para su persona y la sociedad en la que la vive.

Teresita de Jesús Esparza Lucero